Apocalipsis

Quedaban 12 horas para el fin del mundo, las noticias pronosticaban lo que iba a pasar mediante boletines previamente grabados y en algunas cadenas las reposiciones programadas se habían caído y las emisoras tan solo emitían la carta de ajuste o simplemente un disculpen las molestias volvemos en breves momentos. Daba igual yo solo me concentraba en aquellas donde explicaban algunas formas de combatir los brotes de la pandemia, aunque ya sabía que la mejor forma de hacerlo eran los silos herméticos que tanto se alejaban de mi economía y a su vez me hacían ver mi corto futuro, el centro de la enfermedad se inició en las selvas de la india extendiéndose ávidamente por los zonas cercanas y lo peor es que fue mutando a su avance con lo que nos enfrentamos a diferentes formas de virus, pero el resultado es que no hay forma de escapar, aun superando la primera oleada la siguiente suele ser mortal de necesidad pues es mas virulenta y rara persona ha logrado salir indemne para contarlo y los que podrían porque residen en búnkeres, no se arriesgan a salir y las comunicaciones no reflejan nada interesante.
Al menos me queda un siniestro consuelo, será todo muy rápido, al contaminarte el virus afecta al sistema nervioso y normalmente colapsa el cerebro, después se entretiene en corroer la piel y la carne en un rápido efecto de corrosión que deja una devastadora imagen. Ya viene…