Claro de luna

Suenan tus pasos lentamente por el pasillo… acariciando las paredes en tu camino… rozándolas con las yemas de los dedos… dibujando pentagramas para que las notas vayan colocándose a su propio amor… con armonía…

Llegas dulce como la primavera… haces florecer el otoño antes de que todo muera a su antojo… lentamente vas pintando de colores calidos la habitación… amarillos y naranjas van saliendo de tus tonadas… envolviéndolo todo en la locura del tiempo bajo el agua… sin prisas las burbujas van saliendo de mi boca y bailando hasta estrellarse con el techo… la luz danzarina se dobla cuando los violines tocan sus filos de cristal y mi vida se va partiendo en pedazos pequeños… que flotan a mi alrededor llenándolo todo de sonrisas…

Pianos dirigen mis movimientos pausados y profundos y no soy mas que un bailarín de la orquesta… el claro de luna aparece en mi almohada y el techo desaparece para enseñarme el cielo moteado en luces brillantes que me guiñan las corcheas…

Sigo girando ingrávido por mi habitación inerte… ya no quedan rastros de ti, solo las escenas que recuerdan a mi lado… no hay pena tecleándose en mi espalda… solo caricias en la nuca… cuando por fin llega la calma…

La puerta se abre y todo sale fuera del cuarto colorido… riadas de colores inundan mi existencia y se precipitan por la escalera a modo de cascada… sin vida mi cuerpo la acompaña… amoldándome a cada vértice como una anguila es su vuelta al mar… todo termina con cosquilleos en mi alma… el sueño se desvela y lentamente abro los ojos a la mañana… mañana pesada en ausencia de tu mirada… la calma me va albergando hasta que logro despejar el agua de mis oídos… y otra vez… vuelven los teclados a llevarme paso a paso hasta la cama…